lunes, 3 de enero de 2011

Cuando es rentable un plan de pensiones

A raíz de la modificación fiscal que sufrieron los planes de pensiones en el año 2007 su rentabilidad se ha puesto en entredicho y son ahora muchas las voces que proponen inversiones alternativas con mejor rentabilidad.

Lo cierto es que antes de la citada modificación los planes de pensiones eran un instrumento de inversión a largo plazo de alta rentabilidad. Un descuento del 40% sobre el total a incluir en los rendimientos del trabajo convertía al plan de pensiones en una excelente herramienta de ahorro.

En la actualidad debemos tener en cuenta que cuando recuperemos el dinero invertido este pasará a engrosar en su totalidad la casilla de rendimientos del trabajo de nuestra declaración de la renta (IRPF).

De esta formación, en función de nuestro nivel de ingresos esta nueva aportación será grabada con un tipo de interés que podría resultar considerable. Precisamente la diferencia entre el dinero devuelto en el momento de la aportación y el tipo de interés aplicado al rescate será el que determine la rentabilidad de la operación.

De esta forma, el plan de pensiones será rentable cuando nuestros ingresos en activo sean superiores a los ingresos de la jubilación. Algo que presumiblemente debería cumplirse en muchos casos, ya que la pensión de jubilación es proporcional al salario percibido durante los últimos años.

El problema es que considerando el plazo de inversión y la incertidumbre en materia de legislación o fiscalidad convierten la inversión en una operación no exenta de riesgo. Y precisamente este es la clave de la cuestión, es decir, el compromiso entre rentabilidad y riesgo.

En resumen, tratando de generalizar, con los problemas que esto puede conllevar, podríamos decir que con un sueldo elevado (>35.000 euros anuales) un plan de pensiones es rentable.